Padre Nuestro que estás en los Cielos
y que nos regalas Tu Reino,
te entregamos hoy a nuestros hijos
para ponerlos a Tu servicio,
porque necesitan Tu auxilio.
Aléjalos de todo peligro
y de las asechanzas del maligno.
Házlos dignos y santos
porque Vos los has creado
y Tu Corazón les has mostrado
al regalarnos a Tu Hijo Amado.
Házlos en todo semejantes a Vos
y escóndelos en Tu Sabio Corazón
para que sean en esta tierra
reflejo de Tu Amor.
Que sientan Tus manos como cuna y abrazo,
en el camino que para ellos has soñado,
Padre Nuestro los entregamos en Tu Regazo
para que sean por Vos moldeados.
Amén.
(Devoción Privada)