Virgencita de Luján, andadora de caminos,
danos la humildad del negrito Manuel,
verdadero prócer de esta patria.
Danos honestidad en nuestros corazones,
y sinceridad y caridad en nuestras acciones
haciéndonos esclavos de Tu Hiio Amado.
Ayúdanos a reconocerte en nuestro origen
como verdadera Madre de esta Nación,
bajo Tu Manto, que es nuestra bandera.
Danos amor por el trabajo honesto,
recordando a nuestros padres
que trabajaron esta tierra bendita.
Santa Madre de Dios
ayúdanos a encontrar la unión,
la unión en el amor a Dios.
Virgencita gaucha, danos a Tu Hijo Jesús
intercede ante Él para que Luján brille
esperando el glorioso día de Su vuelta.
Amén.