Los cenáculos de oración son un pedido especial de Nuestra Madre del Cielo, y tienen como antecedente directo la reunión de los Apóstoles con la Madre de Jesús, el día de Pentecostés. Ellos se reunieron en la sala del Cenáculo, en Jerusalén, en el mismo lugar donde Jesús celebró la última cena. Un cenáculo de oración es una reunión de cristianos donde se comparten y meditan las Palabras del Señor, y se reza el Santo Rosario.
Los cenáculos se realizan frecuentemente en Parroquias, aunque es importante que también se realicen en casas de familia, llevando la oración al seno de aquello que configura el centro de la vida cristiana: la familia consagrada en matrimonio. Desde nuestros comienzos, los cenáculos configuran el eje central de nuestra actividad y de manera simple se estructuran alrededor de una catequesis inicial inspirada en un espíritu evangelizador:
Dar a conocer el Amor de Jesús y Su Santísima Madre,
llevar a los hermanos reunidos en asamblea a vivir y comprender profundamente la Santa Palabra y la doctrina del Magisterio de la Iglesia, con experiencias concretas del Amor de Dios,
para llegar así a un encuentro vivo y profundo con Cristo Resucitado.
Luego se reza el Santo Rosario, en la medida de lo posible con la Presencia Viva de Jesús Sacramentado y la celebración de la Santa Misa, centro del cenáculo.
En forma especial se realizan cenáculos para niños, de tal forma de llevarles la fresca palabra de Jesús a través de Su Madre, en tan temprana e inocente edad.